Adeptos

sábado, 16 de enero de 2010

Cueeeeeeeeeento

Afinando la miseria

Vamos con el Mi.
Quizás este concierto tendría algo de sentido si tuviera un público, un salón. No, solo en la calle, y aún más solo que los que están sin gente alrededor.
Vamos con el La.
Está bien, ya están acostumbrados. No puedo exigirle a nadie que se detenga y escuche mis lamentos y lujurias. Realmente no tiene nada de interesante la vida de un desconocido, ¿verdad? Apenas los veo. Tal vez por esa bruma horrible que cubre el cemento, muy pesada, y no me permite mirar. Se ríe, la escucho. Si, la puedo oír hacerlo, desternillarse de la risa, morir y resurgir otra vez para volver a reír, ya que el aire a uno le falta de tanta burla.
Vamos con el Re.
“Lindo día, ¿no?” exclama uno en la bruma. No lo reconozco, no puedo verlo. Ya ni veo el sol, solo la densa capa nebulosa que me rodea. Apenas puedo observar que tanto mi guitarra, mi estuche, el pedazo de cemento en el que estoy sentado, yo, no desaparecemos carcomidos por esa brutalidad innata de un ser humano. Si bien se me vienen mil y una canciones a mi mente, ninguna se puede ajustar a esto… a este delirio estrambótico, la pena de muerte de un artista. Mi corazón late lágrimas, mi alma exclama sollozos, y yo solo puedo estar sentado allí, en aquella isla, a salvo de aquella niebla. ¿A salvo? ¿A salvo realmente? ¿Y si fuese el único atrapado en esta niebla? Acaso estas cosas surgen en mi mente, tal vez entendiendo que el mundo maquina en mi contra, y empiezo a comprender mi prisión, horrible prisión…
Un poco más oscura, si… un poco más. Ya no importa mucho si estoy a salvo y los demás atrapados, o si la situación es la inversa. Estoy separado de ellos, no los veo y no me ven. ¿No los veo? (me llega una imagen clara de mis alrededores) Está la niebla, claro. Si ellos no me ven… simplemente estoy perdido
Vamos con el Sol
Si, el sol, el sol, maldito traidor que se esconde ahora y me deja sin luz. Ya no estás, te escondes para que la niebla sea aún peor, ¿no es así? ¿Qué hice yo para sufrir tu maldito castigo? ¿Por qué cierras ese ojo para mí? Tal vez estará cerrado para el resto también (eso es lo que yo quiero creer). Espero simplemente que llueva, tal vez está nublado y yo no doy cuenta todavía de ello. Solo para que se esconda ese asqueroso lumínico que tanto adoraba de niño.
Vamos con el Si
La niebla ya es negra, completamente. Es un ahogo. Un suspenso y un adiós. El mundo mismo quiere despedirme de él, enviarme a otro, basura que soy, para no seguir ensuciando la calle. No entro en esa comprensión del hombre, simplemente soy un hecho, una melodía que no vale la pena escuchar ya que, al fin y al cabo, es gratuita. Y la bruma no cesa, simplemente quiere ahorcarme.
Vamos con el Mi.
Ya siento esas manos en mi cuello, que realmente no son manos, que realmente no es bruma. Es mi simple deseo, mi simple lamento. Tal vez por eso esos hombres no me ven, no me oyen, no me sienten. ¿Merezco tal desprecio? ¿Ya importa? Estoy muriendo de tanta indiferencia.

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