Adeptos

jueves, 15 de octubre de 2009

Nuevo poema

Acá va otro, un saludo

Obtuviste tu corazón

Te veo bailando al son de mi música,
¿Quién jamás lo podría creer?

Estabas pálida ante las notas rústicas
aquel día, un sueño, ese ayer.

Tu vestimenta, una simple túnica,
un vestido bello que parece anochecer
vistes simple mientras vuelas, única
entre mortales que no saben saber.

Te veías antes entre cada ser
que no sabía si a las notas creer
o simplemente amarlas deber.

Pero hoy bailas, al son de esta música
¿Quién jamás lo podría creer?
Eres de estos hombres el anochecer,
pero el amanecer de mis notas,
de la armonia de poder entender
lo que quise dar alguna vez.

Solo tu sientes, entre esas impúdicas
pisadas, la razón de este ser,
este ser llamado música,
la grata música de un crepusculo, mortal, tal vez.

No hay comentarios: