Y asi piantada con firuletes andaluces
me interna en su mundo incipiente,
deja el suelo embobado y expectante
de verla bailar mil y una más veces...
Hasta la música escucha, palpitante,
¡Oh! esos pasos ya tan audaces
ese maremoto de pasiones incesantes...
¡Que no cese su pasión amante!
Que sea amante de tropiezos y esquinazos,
que los recorte, magulle y tiente cada tanto,
siendo así su compañía el propio tango...
Pa' sentirlo, querida, con el corazón cantando
No hay comentarios:
Publicar un comentario